El puente de uso peatonal que contemplamos en la actualidad, es el resultado del magnífico trabajo de restauración que realizó la Escuela Taller “Ponte do Burgo”en 1992.

De la obra original de la Baja Edad Media se conservan los arcos más próximos a A Barcala, los centrales y una parte de la calzada.
En la margen cullerdense podemos ver un sillar con la reproducción de los escudos de las familias de Andrade y Moscoso. Los originales, de finales del siglo XIV, que conmemoran la construcción o una reconstrucción del puente patrocinada por Fernán Pérez de Andrade, se conservan en la Iglesia de Santiago del Burgo.

Pasear por el puente de O Burgo es pasear por la historia de Galicia. Es testigo y protagonista de la vida y de la historia de nuestra comarca desde hace cientos de años.
Templarios, piratas, mercaderes, militares británicos…, lo cruzaron igual que podemos hacerlo nosotros hoy.

Uno de los avatares más importantes que conoció el puente de O Burgo se produjo durante la Guerra de Independencia. En 1809. Las tropas inglesas comandadas por Sir John Moore lo dinamitaron para frenar el avance del ejército francés y poder ganar el tiempo necesario para facilitar su embarque hacia las Islas Británicas. Las tropas francesas del mariscal Soult consiguieron, a pesar de las dificultades, cruzar la ría y avanzar hacia A Coruña enfrentándose a los ingleses en la Batalla de Elviña, donde caería herido de muerte el comandante inglés.
Los dos bandos consiguieron su propósito, los ingleses embarcar y los franceses tomar la ciudad.