Historia
La presencia humana en el territorio de Culleredo es muy antigua.
Restos megalíticos como las mámoas que se conservan en los montes de O Xalo y A Zapateira, que posiblemente formaban parte de algún tipo de complejo funerario frecuentado entre hace 4000 y 6000 años, demuestran la antigüedad de la presencia humana en el territorio de Culleredo.
Más de una docena de castros, entre los que destaca el de Sésamo, son testimonio de vida cotidiana de la Cultura Castrexa y la toponimia de buena parte de los núcleos de población de nuestro municipio es reflejo del proceso de romanización.
Culleredo comienza a aparecer en los documentos medievales escritos a partir del siglo IX.
En el año 830 encontramos citas de iglesias y lugares como Santa María de Conduzo (Rutis), San Pedro de Ledoño y Santaia de Carollo (Sésamo).
Aunque seguramente ya existía en los siglos IX y X, no es hasta el XII que se documenta el llamado Burgo de Faro. Aquí llegaban barcos con mercancías y peregrinos del norte de Europa.
En el burgo se asentaron los templarios que garantizaron la seguridad de los peregrinos que iban a Compostela siguiendo el Camiño de Faro, hoy parte de la ruta de peregrinación del Camino Inglés.
Con la desaparición de los templarios en 1312 y el crecimiento de la ciudad de A Coruña, Culleredo se integró como arrabal de la ciudad y pasó a depender de ella para todo.
En esta época se construyen buena parte de las iglesias cullerdenses aunque algunas como la de San Pedro de Vilaboa o la de San Xoan da Choeira, no se conservan.
El Antiguo Régimen fue un tiempo de agitación en la historia de Culleredo. Progresa la señorialización en un ambiente dominantemente rural origen de un valioso patrimonio etnográfico como el que constituyen los molinos. También es cuando se produce la ofensiva invasora británica capitaneada por Francis Drake de la que nuestra ría conserva el recuerdo.
En los siglos XIX y XX Culleredo inicia un dinamismo económico que se prolonga hasta hoy. Los hidalgos renuevan muchos de los pazos de los que disfrutamos en la actualidad y es el municipio elegido como lugar de segunda residencia por burgueses que edifican hermosas casas de recreo.
En 1875 se abre la vía de ferrocarril de A Coruña a Lugo con la estación en O Burgo; en 1922 se inaugura el tranvía eléctrico y en 1943 comienza a funcionar el ferrocarril de A Coruña a Santiago que también pasa por nuestro territorio.
A comienzos de los años 30 inicia sus trabajos la factoría Cros, motor de la economía municipal durante muchas décadas, y en 1963 se inaugura el Aeropuerto de Alvedro.
Geografía
Culleredo, es uno de los municipios más importantes del área metropolitana de A Coruña.
Está bañado por la ría de O Burgo, formada en la desembocadura del río Mero, y protegido por el sur por los montes de O Xalo y A Zapateira.
En O Xalo, nacen pequeños riachuelos que, en su camino hacia el mar o como afluentes de los ríos Valiñas y Mero, drenan todo el territorio municipal. En torno a ellos, se articulan agradables paseos fluviales como el que comunica Acea da Ama y Vilaboa siguiendo el rego da Trabe, o ejemplos de la importante riqueza etnográfica de la que dispone el municipio cómo encontramos en el rego das Xesteiras.
El valle de Veiga, entre O Xalo y la ría, ocupa un lugar destacado en el paisaje de Culleredo.
Culleredo conjuga a la perfección lo urbano y lo rural. O Burgo, Vilaboa, Fonteculler y A Corveira, son los principales núcleos urbanos.
Almeiras, Culleredo, Sésamo, Orro, Celas, Castelo, Ledoño, Sueiro y Veiga, las parroquias que mantienen en gran parte de sus núcleos la esencia del rural.
Culleredo dispone de una densa red de comunicaciones que facilita la llegada por carretera y el aeropuerto de A Coruña se ubica en el lugar de Alvedro, en la parroquia de Almeiras.
Qué ver en Culleredo